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 ¡ABRE EL PAQUETE!

Cuenta la historia, que había un chico que nació con una enfermedad mortal y a su vez incurable.
Nunca salía de su casa, y permanecía al celoso cuidado de su madre.
Ya con 17 años, agobiado por su forma de vivir, y aunque sabía que podría morir en cualquier momento, decidió salir solo por primera vez. Pidió permiso a su madre, al cual ésta accedió resignada.
Salió a caminar por su ciudad y al pasar por una tienda de música, notó la presencia de una chica muy guapa de aproximadamente su misma edad.
¡Fue amor a primera vista!.
Abrió la puerta, y entró sin mirar nada que no fuera ella.
Se acercó paso a paso al mostrador en donde ella estaba. Cuando estuvo bastante cerca, ella lo miró y le dijo sonriente:
-¿Te puedo ayudar en algo?.
Mientras él pensaba que era la sonrisa más hermosa que había visto en su vida, deseó besarla en ese mismo momento, pero saliendo de su ensimismamiento, contestó tartamudeando: "eeehhh, uuuhhh, me gustaría comprar un CD"; sin pensarlo, tomó el primero que vió y le dió el dinero.
-¿Quieres que te lo envuelva?. - Preguntó la chica sonriendo otra vez.
Él asintió con la cabeza.
Ella tomó el CD, lo llevó a la parte de atrás y regresó en poco tiempo con el CD envuelto.
El muchacho lo tomó y salió de la tienda. Se fue a su casa y desde ese día visitó diariamente la tienda para comprar un CD.
La chica siempre se los envolvía, y él los llevaba a su casa y los guardaba en su placard sin siquiera mirarlos.
Era demasiado tímido para invitarla a salir y, aunque trataba, no se animaba. Su mamá se enteró de este problema e intentó animarlo.
Así, más animado, tomó coraje y se dirigió a la tienda.
Como todos los días compró un CD, y como siempre, ella se fué atrás para envolverlo.
Esta vez no esperó a que ella regresara con el CD envuelto, y dejando un papel con su número telefónico sobre el mostrador, salió rápidamente de la tienda.
Al día siguiente, en la casa del chico, suena el teléfono. -¡Riiiing!
-¿Hola? - contestó su madre.
¡Era ella!
Preguntó por su hijo, y la madre rompió en llanto.
-¡Murió ayer! - dijo desconsolada.
Hubo un silencio prolongado, excepto por los sollozos de la madre del chico.
Más tarde, ésta entró en el cuarto de su hijo. Decidió ver su ropa, y al abrir el placard se encontró con montones de CDs envueltos. Ni siquiera uno abierto. Le causó curiosidad ver tantos, tomó uno y se sentó sobre la cama para verlo. Al abrir el paquete, un pedazo de papel cayo de adentro.
Lo recogió, y se dispuso a leerlo. En él decía: "¡¡Hola!!, estás super guapo. ¿Quieres salir conmigo?. Te quiere mucho, Sofía".
De tanta emoción, la madre abrió otro, y otro, y en cada uno, un pedazo de papel salía diciendo cosas lindas.

La vida nos tiene tantos regalos listos y envueltos para ser disfrutados. Pero muchas veces no somos lo suficientemente decididos a dar el paso de abrirlos, para disfrutar de las maravillosas sorpresas que tiene para nosotros. No dejes esos regalos en el closet de tu alma, ábrelos y disfruta sus bendiciones.
Los sabios de todos los tiempos contaban cuentos para mostrar la simpleza, las alegrías y tristezas de la vida. Y aunque yo no sea uno de ellos, deseo regalarte algunos de esos cuentos para pensar y regar el jardín de tu alma.